BESAR AL DETECTIVE
Élmer Mendoza
Élmer Mendoza nos trae de regreso las vicisitudes del Zurdo
Mendieta, en donde este Detective que conoció la luz, con Balas de Plata en el 2008, y que también fue retomado en La prueba del ácido (2010) y en Nombre de perro (2012); regresa con un
nuevo asunto por resolver, empero este nuevo misterio es personal.
A lo largo de la novela el Zurdo Mendieta tiene un soundtrack
para cada momento propicio y a ritmo de rock en inglés, va en su Jetta azul
meditabundo en una posible solución, frente al misterio que le acaece en su
vida laboral o incluso amorosa.
Desde el inicio las situaciones se van conformando y el
lector queda atraído con el homicidio de un conocido adivino y sin importar no
haber conocido las anteriores novelas que pertenecen a esta saga, el autor nos
va poniendo en contexto acompañado de una ágil prosa que nos lleva de la mano;
para después quedar totalmente enganchados.
Debido a que los rencores, venganzas y todo ese pandemónium que
su trabajo de Detective implica, lo lleva a un embrollo laboral; debido a una
particular lealtad con la capisa del pacífico que lo pone en jaque.
Confundir un beso tronado largo, que le envían
telefónicamente, con un saludo juguetón de una de sus nuevas conquistas y que
le alegraban el día con el simple hecho de recordar e imaginar volver a tener
ese sensual y bien torneado cuerpo de Edith entre sus manos; pero que en
realidad era una advertencia de lo que le estaba por ocurrir como una cruel
vendetta, pero que en realidad los que parecían buenos lo llevaban a las
últimas consecuencias para delatar el paradero de la capisa, ayudados por
una misteriosa peliroja de descomunal
belleza.
El Zurdo Mendieta esta entre los fichados debido a su amistad
con la capisa, Samantha Valdés, y ha pasado de cazador a perseguido, pero lo que
ahora le importa es salvar a su hijo Jason que ha sido víctima de una confusa
transacción con apariencia de venganza al mero estilo culichi y que lo ha
obligado a reunirse con un viejo amor y madre de su hijo para remover pasiones.
Donde el lector se sorprende de igual forma que el Zurdo
Mendieta por el poder del cartel, los asesinatos y venganzas están a la orden
del día, ya sea de un alto funcionario, un adivino por líos de faldas, o de un
viejo amigo de la infancia del Zurdo Mendieta.
En esta novela no todo es tragedia, sino que posee un
singular sentido del humor y de crítica social, donde cualquier parecido con la
realidad es mera coincidencia; ya sea por medio de diálogos entre personajes (soliloquios) donde
hacen notar la situación actual del país, o bien con desdoblamientos de un solo
personaje; como lo son las charlas internas entre el Zurdo Mendieta y “su
Cuerpo” que en ocasiones terminan en fatales discusiones donde se reprime el
uno al otro, para dejar libres las pasiones carnales.
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